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Los sueldos del Estado: quiénes ganan más en el sector público chileno y qué pasaría si aceptaran cobrar solo el 30 %

Mientras el sueldo medio de un trabajador chileno ronda los $826.535 mensuales en 2023, según Instituto Nacional de Estadísticas (INE). INE Chile+2BioBioChile+2, en el sector público existen altos cargos que reciben varios millones de pesos mensuales, superando incluso los ingresos del/la Presidente de la República. Esta realidad plantea preguntas urgentes sobre equidad, legitimidad del gasto público, transparencia y eficiencia estatal en un país que demanda cambios profundos.


1. ¿Cuántos son los empleados públicos y cuál es el promedio de ingreso?

El aparato estatal chileno —sumando administración central, empresas del Estado, servicios y municipalidades— agrupa a cientos de miles de trabajadores. Según un análisis del Centro de Políticas y Liderazgo Transparente (CPLT), el 54 % (433.697) de los empleados públicos pertenece a la administración central, mientras que un 46 % (376.367) se desempeña en municipalidades. La Tercera
En cuanto al ingreso laboral, el promedio nacional en 2023 fue de $826.535 pesos mensuales, según INE. INE Chile+1 Para el sector público la cifra sube: según CNN Chile, “los trabajadores del sector público recibieron $1.144.591”. CNN Chile
Estos datos muestran que, en promedio, los empleados públicos ganan más que el trabajador medio, lo que en sí mismo podría justificarse si correspondiera a mayor especialización, responsabilidad y exigencia. Sin embargo, el foco de este reportaje es la otra punta de la escala: los altos sueldos de ciertos cargos que parecen desalineados con el mandato de austeridad y servicio público.


2. Cargos públicos con remuneraciones altísimas: nombres y cifras

Aquí presentamos varios casos concretos, con nombres, cargos, cifras recientes y fuentes:

  • Rubén Alvarado, presidente ejecutivo de Codelco: Remuneración bruta de ≈ $49.169.092 pesos mensuales. BioBioChile+1
  • Rosanna Costa, presidenta del Banco Central de Chile: aproximadamente $17.903.898 pesos brutos mensuales. BioBioChile+1
  • En el Congreso Nacional de Chile se registran al menos 181 funcionarios que ganan más que el/la Presidente de la República, algunos con ingresos superiores a $14-17 millones mensuales. CNN Chile+1
  • El/la Presidente de la República tiene una renta bruta mensual de ≈ $7.634.386 pesos (la cifra varía según fuente) y se ha determinado que a partir de 2026 será de ~$10.269.076. BioBioChile+2Cooperativa.cl+2
  • Ejemplos adicionales: En la radiografía de los 100 funcionarios que ganan más que el Presidente, se dan los nombres de varios asesores y altos cargos que superan los $8-10 millones mensuales. El Periodista+1

Estas cifras generan un contraste fuertemente visible respecto al ingreso de la mayoría de los trabajadores y al ideal de servicio público.


3. ¿Por qué esta situación genera malestar-social y cuestionamientos institucionales?

Tres líneas de análisis destacan:

a) Legitimidad del gasto público
Cuando altos cargos públicos tienen remuneraciones que multiplican por más de 10, 20 o incluso 30 veces el ingreso medio de un trabajador, esto genera una percepción de privilegio creciente en un contexto donde muchas familias enfrentan inflación, alza de costos y precariedad laboral.
Por ejemplo: si un funcionario gana ~$49 millones mensuales, esto equivale a casi 60 veces el promedio nacional (~$826 mil).
Ese tipo de brecha puede erosionar la confianza ciudadana en igualdad de trato y eficiencia estatal.

b) Transparencia, competencias y mercado laboral
Defensores de estos sueldos argumentan que para cargos estratégicos del Estado se debe competir con el mercado privado, atraer talento altamente especializado y asumir responsabilidades clave para el país (como dirigir Codelco, el Banco Central, etc.).
Sin embargo, cuando hay cargos que aparentemente “superan” al político electo o la autoridad máxima estatal, y cuando no hay criterios públicos claros de asignación, surge la crítica de asimetría institucional: ¿quién evalúa y justifica esos montos?
La propia comisión para fijar las remuneraciones reconoció la existencia de distorsiones, como que “un subsecretario gana del orden de 10 % más que un ministro”. Cooperativa.cl+1

c) Efectos sociales y ejemplo hacia dentro del Estado
Si el Estado como empleador público quiere exigir austeridad, ponderar mérito y ejemplaridad, estas diferencias salariales extremas pueden debilitar ese discurso. Además, los trabajadores de base pueden sentirse menos valorados y eso puede afectar la motivación institucional, la gestión de recursos humanos y la percepción externa del rol del Estado.


4. ¿Qué pasaría si aceptaran cobrar solo el 30 % de su sueldo actual? Ejemplos concretos

Para dimensionar el impacto, tomemos los casos anteriores y calculemos su sueldo al 30 % de lo que perciben actualmente, y qué tipo de gastos o acciones podrían financiar con esa diferencia “liberada”.

CargoSueldo actual estimadoSueldo al 30 %Diferencia mensualmenteLo que podría financiar la diferencia (ejemplos)
Rubén Alvarado (Codelco) ~ $49.169.092~$14.750.728~$34.418.364Con ~$34,4 millones/mes → ~$412 millones/añoFinanciar aproximadamente 500 viviendas sociales ($800 mil cada una)
Rosanna Costa (BCCh) ~ $17.903.898~$5.371.169~$12.532.729Con ~$12,5 millones/mes → ~$150 millones/añoFinanciar 300 becas universitarias completas (~$500 mil x 10 años)
Funcionario del Congreso con $17-$19 millonesSupongamos $18.000.000~$5.400.000Diferencia ~$12,600,000/mes → ~$151 millones/añoFinanciar 150 plazas de hospitalización pública (~$1 million cada una)
Promedio sector público (~$1.144.591) si reducimos a 30 % → ~$343.377Poco relevante en este ejemplo

Estos ejemplos ilustran dos cosas:

  1. El monto de la diferencia es suficientemente elevado como para financiar proyectos concretos de impacto social.
  2. Aunque los sueldos altos tengan justificaciones, aceptando una reducción podría generar recursos adicionales para inversión pública o para mejorar servicios esenciales.

Adicionalmente, si por ejemplo todos los “supersueldos” del Congreso (~181 personas) redujeran su remuneración al 30 %, podríamos estimar un ahorro colectivo de varias decenas de miles de millones de pesos al año, que podrían reasignarse.


5. Factores que explican la persistencia de sueldos elevados

Varios mecanismos permiten que estos altos sueldos permanezcan:

  • Escalas remunerativas reguladas que permiten asignaciones adicionales, bonificaciones y contratos múltiples simultáneos. Un reportaje señaló que “más de 63 mil funcionarios públicos tenían sueldos de hasta $20 millones mensuales luego de contratos simultáneos”. El Desconcierto
  • Contratos de exclusividad frente a servicios públicos o empresas estatales con vinculación comercial.
  • Falta de un “tope” claro y efectivo para remuneraciones del poder legislativo y del sector público en general. Por ejemplo, se detectó que 181 funcionarios del Congreso ganan más que el Presidente. CNN Chile
  • Argumentos de “mercado competitivo” o “atraer talento” usados para justificar remuneraciones mayores que aquellas de autoridades electas, aunque la correspondencia entre salario y rendimiento no siempre sea fácil de demostrar públicamente.
  • Transparencia parcial: aunque hay escalas visibles, las bonificaciones, las asignaciones especiales y los contratos externos muchas veces no están tan claros para el público general, lo que complica el escrutinio.

6. Consecuencias institucionales y sociales

Por un lado, los altos sueldos pueden tener efectos positivos —permitir la retención de talento especializado, dar estabilidad a cargos críticos del Estado…— pero los costos sociales y de legitimidad son reales:

  • Desconfianza ciudadana: En un país que aún sufre de polarización, desigualdad y demandas de justicia social, ver remuneraciones públicas excesivas envía un mensaje simbólico negativo.
  • Presión sobre el gasto público: Si una parte del presupuesto estatal está destinada a remuneraciones elevadas, eso reduce el margen para inversión en infraestructura, educación, salud o bienestar.
  • Desmotivación interna: Funcionarios de base, que realizan trabajos esenciales en servicios públicos, pueden ver la brecha salarial como una barrera de reconocimiento institucional.
  • Riesgo de arbitrariedad: Cuando los criterios de asignación son poco transparentes, existen incentivos para clientelismo, ventajas contractuales y conflictos de interés que erosionan la gobernanza.

7. Propuestas de reforma: ¿Qué se puede hacer?

Basado en el análisis, aquí hay algunas líneas de propuesta que podrían fortalecer la institucionalidad y mejorar la percepción pública:

  • Escala única o topes remunerativos: Establecer que ninguna remuneración pública (excluyendo el mercado privado) supere un múltiplo razonable del salario medio estatal o del mandatario.
  • Transparencia total: Publicación de todas las remuneraciones brutas, netas, bonificaciones y contratos simultáneos en tiempo real.
  • Rendimiento y evaluación: Vincular parte importante del salario a indicadores de gestión y desempeño institucional, con auditoría externa.
  • Reasignación de ahorro: Instaurar que la diferencia que resulte de una reducción (por ejemplo, al 30 %) sea destinada explícitamente a inversión social (vivienda, salud, educación).
  • Difusión y educación ciudadana: Que el público conozca cómo se fija el salario público, qué responsabilidades cubre cada cargo y cuál es el impacto de esos sueldos en el presupuesto nacional.
  • Revisión de contratos múltiples: Limitar que un funcionario público tenga múltiples contratos simultáneos que sumen remuneraciones elevadas sin equivalencia en trabajo efectivo.

8. Conclusión

El análisis revela que en Chile existe una doble brecha: por un lado, la brecha entre ingresos de trabajadores de base y altos cargos públicos; por otro, la brecha de legitimidad: ¿por qué ciertos funcionarios deberían ganar mucho más que el/la Presidente, el promedio nacional o los profesionales del sector privado que realizan tareas similares?

El hecho de que varios altos funcionarios públicos devenguen montos que multiplican varias veces el salario medio legítima un debate sobre el modelo del empleo público, su eficacia, su ejemplo y su función en una sociedad que exige cambio.

Sin embargo, la propuesta de aceptar voluntariamente una reducción al 30 % de esos sueldos no sólo es simbólicamente poderosa, sino que permitiría liberar recursos relevantes para la inversión social. Es una señal de que el servicio público puede alinearse con expectativas ciudadanas de austeridad, eficiencia y justicia.

La pregunta que queda para los responsables del Estado es: ¿están dispuestos a liderar con el ejemplo?


Fuentes principales

  • Instituto Nacional de Estadísticas (INE): Ingreso laboral promedio, mediano. INE Chile+1
  • Radiografía de altos sueldos: “Hasta $50 millones: estos son los sueldos más altos de funcionarios públicos en Chile”. BioBioChile+1
  • Informe sobre funcionarios del Congreso que ganan más que el Presidente. CNN Chile+1
  • Escalas de remuneraciones del sector público. SII+2Dipres+2
  • Datos sobre múltiples contratos y sueldos elevados. El Desconcierto

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